en un rincón de mi despacho,
las luces de colores se encienden y se apagan
sobre las falsas ramas de un verde tan perfecto.
En la pausa de luz y de penumbra
confusamente enciende mi memoria
lejanas Navidades de mi infancia.
¡Qué tremendo destino y qué terriblemente hermoso!
Ahora ocupo el sitio de mi padre
y el que entonces tenía es hoy el de mis hijos.
Me borro y me enriquezco y me desvivo,
me pongo tras sus ojos para mirar la noche alegre, limpia
de tantas amarguras, de tan profundos decisivos huecos,
del dolor de vivir hacia la muerte.
Y poco a poco las palabras cambian,
la “silent night”, la “holy night” se quiebran
en un sonar de viejos villancicos
y veo a los muchachos que cantaban pidiendo el aguinaldo,
a quienes yo envidiaba porque andaban casi descalzos en la nieve,
niños de la intemperie y la aventura.
Y soy y vuelvo a ser y aquí, a mi lado,
mi padre está partiendo los turrones
y mi madre dorando sus sonrisa,
y Victoria y Antonia, mis hermanas,
y la sonrisa madre se pone ahora en labios de mi esposa
y yo soy yo y Alfonso, Miguel, Pilar, Antonio y Vicky,
y todo vuelve a ser y a ser más bello
en la unidad de tiempo que es mi vida.
las luces de colores se encienden y se apagan
sobre las falsas ramas de un verde tan perfecto.
En la pausa de luz y de penumbra
confusamente enciende mi memoria
lejanas Navidades de mi infancia.
¡Qué tremendo destino y qué terriblemente hermoso!
Ahora ocupo el sitio de mi padre
y el que entonces tenía es hoy el de mis hijos.
Me borro y me enriquezco y me desvivo,
me pongo tras sus ojos para mirar la noche alegre, limpia
de tantas amarguras, de tan profundos decisivos huecos,
del dolor de vivir hacia la muerte.
Y poco a poco las palabras cambian,
la “silent night”, la “holy night” se quiebran
en un sonar de viejos villancicos
y veo a los muchachos que cantaban pidiendo el aguinaldo,
a quienes yo envidiaba porque andaban casi descalzos en la nieve,
niños de la intemperie y la aventura.
Y soy y vuelvo a ser y aquí, a mi lado,
mi padre está partiendo los turrones
y mi madre dorando sus sonrisa,
y Victoria y Antonia, mis hermanas,
y la sonrisa madre se pone ahora en labios de mi esposa
y yo soy yo y Alfonso, Miguel, Pilar, Antonio y Vicky,
y todo vuelve a ser y a ser más bello
en la unidad de tiempo que es mi vida.
Visto en: Árbol de Navidad en el Obradoiro - Santiago de Compostela
BSO: Oh Christmas Tree (O tannenbaum) - Wynton Marsalis (Jazz Navideño)
BO NADAL
ResponderEliminarPreciosa entrada Amio.
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz Navidad
No hay villancico más triste que ese de la Nochebuena se viene, la Nochebuena se va y nosotros nos iremos y no volveremos más, decía siempre mi abuelito. Pero yo creo que hay que disfutarlas al máximo.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Lo malo de estas fechas es que recuerdan mucho el paso del tiempo.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Zorionak! ¡Bo Nadal!
ResponderEliminarPreciosa la poesía, Amio.
Que disfrutes mucho con tu familia.
Un abrazo.
Teniendo el Obradoiro cerca es más fácil.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad!
Aun no lo he visto, Amio. Cuando pase por allí me acordaré de esta entrada.
ResponderEliminarFelices sueños.
Un señor árbol. Mis mejores deseos para ti y tu familia.
ResponderEliminarbonita y foto y precioso poema....y con una música genial que acompaña...¿qué más se puede pedir en esta entrada?....qué seas feliz con toda tu gente....ese es mi deseo..
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD AMIO
No voy a escoger ningun verso esta vez.
ResponderEliminarMe quedo con todos.
Podria quitar uno, pero
no, no lo voy hacer :)
Bo Nadal :)
Que pases una estupenda noche familiar amigo Amio.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Feliz Navidad para tí también, para los tuyos y para todos los que aquí nos reunimos. ¡Un abrazo!
ResponderEliminar¿Son las Navidades un espejo del tiempo? Me ha puesto la piel de gallina leer el poema. El reflejo de tanta cotidianidad, los recuerdos,... Aunque digan que estas fechas son un invento de marketing, siempre tendrán algo de mágico.
ResponderEliminarAprovecho para felicitarle la navidad. Y que su año nuevo sea como mi barco, que le lleve a donde quiera, y siempre.
Un abrazo, que no es un espejismo.