¡Hay que vivir! Y él me enseñó a vivir, él nos enseñó a vivir, a sentir la vida, a sentir el sentido de la vida, a sumergirnos en el alma de la montaña, en el alma del lago, en el alma del pueblo de la aldea, a perdernos en ellas para quedar en ellas.
Él me enseñó con su vida a perderme en la vida del pueblo de mi aldea, y no sentía yo más pasar las horas, y los días y los años, que no sentía pasar el agua del lago. Me parecía como si mi vida hubiese de ser siempre igual. No me sentía envejecer. No vivía yo ya en mí, sino que vivía en mi pueblo y mi pueblo vivía en mí. Yo quería decir lo que ellos, los míos, decían sin querer. Salía a la calle, que era la carretera, y como conocía a todos, vivía en ellos y me olvidaba de mí, mientras que en Madrid, donde estuve alguna vez con mi hermano, como a nadie conocía, sentíame en terrible soledad y torturada por tantos desconocidos.
Miguel de UnamunoSan Manuel Bueno, mártir
Visto en: Panorámica El Lago de Sanabria - Sanabria - Zamora - (haz click sobre la imagen para verla en Flickr a alta resolución)
No puedo evitar mirarlo con respeto.
ResponderEliminarbien se, luego subimos hacia Ribadelago y Moncabril
ResponderEliminarUna magnífica excursión. Por Ribadelago estuve yo este verano.
ResponderEliminarSalu2
Conocí ese lago hace unos 37 años, me pareció un bello lugar. Hoy con tu foto he recordado aquel instante.
ResponderEliminarUn abrazo.