... Salió de él, encaminó sus pasos hacia la oscura alameda que conduce al Duero, y aún no había penetrado en ella, cuando de sus labios se escapó un grito de júbilo.
Había visto flotar un instante y desaparecer el extremo del traje blanco, del traje blanco de la mujer de sus sueños, de la mujer que ya amaba como un loco.
Corre, corre en su busca, llega al sitio en que la ha visto desaparecer; pero al llegar se detiene, fija los espantados ojos en el suelo, permanece un rato inmóvil; un ligero temblor nervioso agita sus miembros, un temblor que va creciendo, que va creciendo y ofrece los síntomas de una verdadera convulsión, y prorrumpe al fin una carcajada, una carcajada sonora, estridente, horrible.
Aquella cosa blanca, ligera, flotante, había vuelto a brillar ante sus ojos, pero había brillado a sus pies un instante, no más que un instante. Era un rayo de luna, un rayo de luna que penetraba a intervalos por entre la verde bóveda de los árboles cuando el viento movía sus ramas.
Habían pasado algunos años. Manrique, sentado en un sitial junto a la alta chimenea gótica de su castillo, inmóvil casi y con una mirada vaga e inquieta como la de un idiota, apenas prestaba atención ni a las caricias de su madre, ni a los consuelos de sus servidores.
-Tú eres joven, tú eres hermoso -le decía aquélla;- ¿por qué te consumes en la soledad? ¿Por qué no buscas una mujer a quien ames, y que amándote pueda hacerte feliz?
-¡El amor!... El amor es un rayo de luna -murmuraba el joven ...
Habían pasado algunos años. Manrique, sentado en un sitial junto a la alta chimenea gótica de su castillo, inmóvil casi y con una mirada vaga e inquieta como la de un idiota, apenas prestaba atención ni a las caricias de su madre, ni a los consuelos de sus servidores.
-Tú eres joven, tú eres hermoso -le decía aquélla;- ¿por qué te consumes en la soledad? ¿Por qué no buscas una mujer a quien ames, y que amándote pueda hacerte feliz?
-¡El amor!... El amor es un rayo de luna -murmuraba el joven ...
Gustavo Adolfo Bécquer. “El rayo de luna”. Rimas y Leyendas.
Visto en: La Alameda de Cervantes - Soria (en una noche sin luna)
BSO: Harvest Moon - Neil Young
But now its gettin' late / And the moon is climbin' high / I want to celebrate / See it shinin' in your eye
Así, cada día mas difícil.
ResponderEliminarTe digo lo mismo que comenté en su día a Sarinha, el amor es:
- ¡Cuelga tu!
- ¡No, tu!
:) hola de nuevo Amio, ya pensaba que no llegaba a tiempo para decirte que buen viaje!!!
ResponderEliminarA ver... en casa me miran muy raros pq estoy en la cocina y aparte de ponerles vuestra musica por los altavoces del portatil, ven que me rio, que me asombro, que me embobo en el monitor, vamos!!! que parece que me lo como. Y es que cuando les explico lo que veo, ya me van entendiendo, acabo de leer en voz alta esta entrada y aun encima con esta musica de fondo :) bueno que nos ha encantado, a mi sobre todo recordar a Becquer, si tengo que elegir un escritor y un pintor, serían Becquer y Sorolla.
Gracias por regarnos de vez en cuando con estes lujos literarios :)
Biquiños :)
-A ver... contamos hasta tres y colgamos a la vez, vale???
- Vale. Empieza tu.
- No. Empieza tu.
@eulogio: no se me habria ocurrido definirlo así, pero... tienes razón.
ResponderEliminar@merce: Gracias!. vas a conseguir sonrojarme. Pero ya has colgado?? ;-)