Recién llegado de Soria otra vez. Afortunadamente, el trabajo me dejó tiempo para volver a paladear en calma los pinares de Duruelo.
Caminando entre Castroviejo y la Cueva Serena no pude evitar recordar un pasaje del Quijote...
Don Quijote, [...], dijo a los compañeros:
-Señores, ésta es una de las más estrañas y peligrosas aventuras que jamás he visto ni probado desde que recebí el orden de caballería. Porque este pinar es un bosque encantado, donde no se puede entrar sin grandísima dificultad, en medio del cual tiene el sabio Frestón, mi contrario antiguo, una cueva, y en ella muchos y muy noblísimos caballeros y doncellas encantadas, [...]
Cuando el ermitaño y Bracamonte oyeron semejantes dislates a don Quijote y ponderaron los visajes y afectos con que lo decía, le tuvieron totalmente por loco; pero con todo, disimulando este conceto que dél tenían, le dijeron:
-Mire vuesa merced, señor don Quijote, que por esta tierra no se usan encantamientos, ni este pinar está encantado, ni puede haber cosa de las que vuesa merced dice;[...]
Visto en: Entre Castroviejo y la Cueva Serena (Duruelo de la Sierra-Soria)
BSO: Min Skog (Mi bosque) - Hedningarna (pura energía nórdica aprovechando el pie que me brinda Eulogio).
Esta fotografía... casi jurásica.
ResponderEliminarMágica
Me la he llevado, Don Amio.
Con su permiso y el de su contertulio Kikelin, preferiré disfrutar de esta canción primal sentadita a cierta distancia de los danzantes.
Cautivadora entrada.
Para los que somos de secano, la frondosidad del norte nos alimenta, nos hace soñar con lo que un día fuimos.
ResponderEliminarYo no creo en los encantamientos... pero quizás...haberlos, haylos.
En lo de las tonalidades del verde en otoño es una de las pocas cosas que Soria tiene excedentes. ¿no te encontraste con algún trasno?
ResponderEliminarUn lugar donde habitan duendes y hadas.
ResponderEliminarSaludos Cordiales
Kike, si te vieras una húmeda y oscura noche de invierno solo en un frondoso bosque de robles con el sonido del agua de un arroyo como sintonía de fondo y la niebla metiéndose en tus huesos cambiarías de opinión.
ResponderEliminarEs un recuerdo que tengo de mi infancia clavado ahí, no se donde.
A mi la palabra "Otoño" me lleva al colorido de los bosques de hayedos del norte.
ResponderEliminarUn besuco.
Los bosques encantados existen, son frondosos, húmedos, llenos de madreselvas, traidoras setas, acebos, robles centenarios, silvas y sabrosos morogos, como no va a ser magico un bosque asi?
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog de fotografia Amio :) y me alegro mucho de que te hubiese gustado.
Biquiños :)
bonita foto.
ResponderEliminarQue bonito, que bonito, quiero conocerlo.
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