domingo, febrero 13, 2011

Bajo el balcón



Moragas acostumbraba, despachada ya la diaria consulta, mandar que enganchasen la berlinita o el milor, tomar consigo a Nené, y emprender un paseíto de tres kilómetros hasta su quinta en miniatura, enclavada al margen del camino real, en el alto de la Erbeda, graciosa aldeílla poblada de lavanderas y panaderas y salpicada de casas de campo. 

Cuatro tapias, ni muy altas ni muy recias; un trozo de verja de hierro que permitía ver desde la carretera los cenadores de madreselva y la fuente del jardín; un palomarete en el patio; sobre quince gallinas ponedoras; hasta dos docenas de frutales; cuatro o seis coníferas de moda; alguna col y mucha enredadera, animaban a la diminuta morada donde el Doctor pasaba las mejores horas de su vida.

¿Y qué más podía necesitar un hombre de estudio y pensamiento, sino aquella sala fresca y silenciosa, aquel despacho donde las clemátidas y las francesillas se metían por la ventana a curiosear los libros, aquella galería encristalada que brindaba el siempre movido espectáculo de la carretera, aquel palomar lleno de nidos y arrullos, aquel comedor que tenía en los chineros, en vez de ricas porcelanas, limpios cristales y blancas lozas, entreveradas con camuesas olorosas de la anterior cosecha -porque no había otro frutero?


La piedra angular - Capítulo VI
Emilia Pardo Bazán



Visto en: Galería de la Casa Europa - antigua Casa Simeón  - Vista Alegre Santiago de Compostela
La Finca Vista Alegre o Finca Simeón, debido a que perteneció a esa renombrada familia de banqueros, posee una casona de estilo colonial de principios del XX, hoy denominada Casa Europa, se utiliza actualmente para alojamiento de académicos universitarios.  BSO: Beneath the balcony - bajo el balcón - Iron and Wine (siempre llegando dentro)

8 comentarios:

  1. Para que vean que por aquí fuimos europeos hace muuuuuchos, muchos años.

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  2. Europeos y lo que haga falta, ahora que ya tenemos una Ciudad de la Cultura ya ni te digo...

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  3. Delicioso trío (foto-texto-música).

    Pero los balcones son modos de ver sin estar.

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  4. Puedo sentir el placer de estar sentada en ese mirador (en Santander los llamanos así) disfrutando de la lectura de un libro de Emilia Pardo Bazán. Un lujo impagable.

    Besucos

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  5. Me gustan mucho estos balcones: por aquí también tenemos más de un ejemplo, aunque no sean muy adecuados para el clima sanabrés.

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  6. Siempre me han hipnotizado las vidrieras

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  7. Desde hace mucho que tu forma de contar nos ha enganchado. No solo leemos lo que escribes, además consigues hacernoslo vivir.

    Texto e imagen, tanden perfecto.

    Un abrazo.

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  8. Me recuerda (la fotografía) a una descripción de Ballester...a ver si pones algún fragmento de él, Amio...(una petición campurriana)
    :)

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