jueves, junio 18, 2009

El niño que mira a la Luna

Lo encontrará, el viajero, en un recóndito rincón de la Ciudad Vieja de Estocolmo, en la pequeña plazuela nacida tras la demolición de una casa en los sesenta, junto a dos edificios donde antiguamente se jugaba a la pelota.

Tendrá que mirar con detalle, ya que su escaso palmo de altura puede hacer que pase desapercibido, al ojo novato, junto al único arbolillo de la plaza. Sin embargo, el pequeño tamaño que le dió su creador, Liss Eriksson, no hace más que engrandecerlo. Su sencillez hace que sea suyo el espacio del resto de la plaza.

Preguntando, el viajero sabrá que los vecinos lo llaman Olle pero que su verdadero nombre es Pojke som tittar på månen (Niño mirando a la Luna) aunque responde también por Järnpojken (Niño de Hierro/Iron Boy).

El niño permanece sentado, con los brazos rodeando sus rodillas, en su camita mientras contempla la luna. El viajero, creerá ver una sonrisa soñadora, en su cara metálica sin faccciones.

Los que tienen la fortuna de llegar a él, bien por buscarlo, o bien por no hacerlo, suelen frotar su cabecita, o dejar junto a él monedas pequeñas y chucherías. En invierno, sus vecinos, para evitar que pase frío, le tejen bufandas y gorritos de lana.

El viajero, tras fotografiarlo, tocará su cabeza y esbozando una tímida despedida saldrá de la placita cruzando una cancela de hierro.

Visto en: Bollhustäppan - Gamla Stan - Estocolmo - Suecia

BSO: Boy with a Coin - Iron and Wine


A boy with a coin
he found in the weeds
With bullets and pages
of trade magazines
Close to a car
that flipped on the turn
When God left the ground
to circle the world

A girl with a bird
she found in the snow
Then flew up her gown
and that’s how she knows
That God made her eyes
for crying at birth
Then left the ground
to circle the Earth

A boy with a coin
he crammed in his jeans
Then making a wish
he tossed in the sea
Walked to a town
that all of us burn
When God left the ground
to circle the world
Un niño con una moneda
que encontró en la hierba
con balas y páginas
de folletos comerciales
Cerca de un coche
que volcó en la curva
cuando Dios emprendió el vuelo
para dar la vuelta al mundo

Una niña con un pájaro
que encontró en la nieve
Cuando voló desde su camisón
fue como supo
que Dios hizo sus ojos
para llorar al nacer
Luego emprendió el vuelo
para dar la vuelta al mundo

Un niño con una moneda
que metió en sus vaqueros
luego, pidiendo un deseo,
la lanzó al mar,
caminó hasta una ciudad
que todo nosotros quemamos
cuando Dios emprendió el vuelo
para dar la vuelta al mundo

8 comentarios:

  1. Maravilloso relato.
    Me emocionó... debe ser que soy un tipo muy sensible al arte y a este tipo de historias .
    Realmente me gustaría visitar el lugar en invierno y ver lo que comentás.
    Saludos.

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  2. Que exposición mas encantadora, así todo mundo se anima a visitar la placita y el niño.
    Un saludo.

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  3. Aun no habia podido leer... los niños miran a la luna esperando encontrar su sueño, soñar, soñar, que bueno poder soñar con caballos que vuelan, con barcos de piratas, con dragones que escupen fuego...

    Olle, es, tan pequeño...

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  4. Sí, es tan pequeño.

    Y tu entrada tan bonita.

    Gracias, Amio. He tenido un día de rabia y profunda tristeza. Y tu entrada ha contribuido a disiparlas. Mientras la leía y veía las fotos, oía las variaciones Golberg de Bach en Camino de Música, después de responder a los comentarios que me han regalado en mi blog hoy Merce y Anabel. Y, como por ensalmo, me he llenado de ternura y de alegría.

    Ahora oiré la canción que has seleccionado.

    Que la vida y el mar te sonrían.

    Dulces sueños.

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  5. Que nos sonrían a todas y a todos quienes pasamos por este blog.

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