jueves, octubre 30, 2008

¿Existen ya los días si no hay calendario?

A medida que escribo estas notas , me obsesiona la idea de que pueda ser el último ser humano vivo en éste mundo. He permanecido oculto en ésta casa vacía , cerca de Grovers Mill. Es una pequeña isla iluminada por el sol separada por el humo negro del resto del mundo.

Todo lo ocurrido antes de la llegada de estas criaturas monstruosas seres a la Tierra me parece en estos momentos un fragmento de otra vida... una vida que no guarda continuidad con la presente, la existencia furtiva del único sobreviviente abandonado, que borronea estas palabras al dorso de un cuaderno de notas astronómicas que llevan la firma de un tal Richard Pierson. Miro mis manos ennegrecidas, mis zapatos rotos, mis ropas convertidas en harapos y trato de establecer una relación entre ésta ruina viviente y cierto profesor que vivía en Princeton y que la noche del 30 de octubre vio con su telescopio una explosión anaranjada en un planeta lejano.

Mi esposa, mis colegas, mis alumnos, mis libros, mi observatorio, mi ... mi mundo ¿dónde están? ¿acaso existieron alguna vez?
¿Soy yo, en realidad , Richard Pierson?

¿Qué día es hoy?

¿Existen ya los días si no hay calendario?

¿Transcurre el tiempo si no hay manos humanas que den cuerda a los relojes?.

[ Hoy hace 70 años que Orson Welles hizo historia con su versión radiofónica de la Guerra de los Mundos de H.G. Wells ]

Visto en: Antiguo depósito de Agua en Torres del Carrizal - Zamora
¿No os recuerda a los terribles trípodes?

BSO: It came out of the Sky - Rock del Bueno con Creedence Clearwater Revival (via songza)

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4 comentarios:

  1. Y como impactó en una sociedad llena de miedos aún más intensos que los que tienen hoy.

    Saludos y buen homenaje.

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  2. Actualizacion:

    en ESTE ENLACE se puede descargar la versión de 'La guerra de los mundos' de Orson Welles en el 70º aniversario de su primera emisión emitida por RNE

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  3. Don Amio, muchas gracias por facilitar ese último enlace. Nunca había llegado a escuchar una versión completa.

    Toda esa historia ilustra todavía aquello de que lo percibido condiciona la conducta.

    Con el permiso de Kikelin, ¿dejaremos entonces el jazz, para pasar a bailar rock, Don Amio?

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