Madrugada en la autopista. El conductor para en un área de servicio para adquirir un refresco con cafeína que ahuyente el sueño que en los últimos kilómetros comenzó a zumbar en su cabeza.
Posado sobre el techo de su coche, el búho joven lo mira inmóvil, fijamente, con sus amarillos ojos clavados en él.
A la salida de la tienda lo ve.
Posado sobre el techo de su coche, el búho joven lo mira inmóvil, fijamente, con sus amarillos ojos clavados en él.
El conductor tira de la anilla del refresco y se sienta en el bordillo de la acera. Se miran largamente, quizá hasta piensen lo mismo. Sorbo a sorbo, sin prisa, el conductor vacía la lata. Se levanta, despacio, y la deposita en la papelera. El búho gira la cabeza y, mirando por última vez al conductor, emprende un pesado y silencioso vuelo hacia la oscuridad.
Una vez dentro del coche, el conductor enciende el motor y suspira. " ¡Vamos! solo una horita más y llegaré a casa".
Visto en: Área de Servicio en la A-52 - A Mezquita - Ourense
BSO: Night Owl Blues - Blues del Buho Nocturno - Impresionantes Lovin' Spoonful en el no menos impresionante Do you believe in Magic?
Yo si que soy noctámbulo, me identifico con el buho.
ResponderEliminarUn saludo.
Es una señal.
ResponderEliminarCuruxas do Pereiro
ResponderEliminare Búhos da Mezquita....
¡Quita, quita!
Yo creo que el Búho te estaba diciendo eso de.... tomémonos un respiro y luego sigamos nuestro camino, quizás fue una señal como dice Logio.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Qué bonito! Nunca he visto un buho de cerca.
ResponderEliminarSon símbolo de la sabiduría, sabía bien en qué coche posarse.
Que va , lo que le pasaba al buho es que se había acercado a escuchar un rato esa cancion que llevabas puesta en el coche , no pudo resistirse al blues!!
ResponderEliminarBONITO ENCUENTRO...
ResponderEliminarTuve una experiencia parecida con un caballo blanco en un viaje a Grecia. Evidentemente, no se subió al techo de mi coche.
ResponderEliminarEstoy con Anjanuca: sabía dónde se posaba.
¿Qué pensaba el dueño del coche mientras bebía el refresco? ¿Qué sentía?
Sí, de cualquier modo, una experiencia mágica. Estoy con Logio.
¡Qué bonito eso de tener el hogar (casa) como estímulante!
ResponderEliminarA mi esto me pasó con un jabalí. Iba para Soria por una carretera en la que no hay areas de servicio y las gasolineras estaban cerradas, asi que paré a mear en el campo y cuando volví al coche allí estaba delante de la puerta por la que tenía que entrar. Extrañamente no me puse nervioso y el animal tampoco. Esto creo que me salvó del ataque. El acojono vino después cuando me imaginaba que había otros siete detras de los matorrales.
ResponderEliminarqué pasada de blues¡¡¡¡¡ magnífico...
ResponderEliminarme gusta el sigilo de estas aves, me gustan estas aves.
ResponderEliminarbuen encuentro!!!
P.D. solo una hora desde La Mezquita??? mmmmm
Y casualmente, el conductor llevaba la cámara en el bolsillo. Qué suerte!!
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