Me llamó la atención su silueta, como si se tratara de la de un carguero de piedra y ladrillo navegando en un mar de trigales. Paré a contemplarla.
Impresiona su torre mudéjar que, con sus arabescos y sillares grabados, desde el siglo XIV, rompe orgullosa el horizonte ondulado y tendido de esta parte de Castilla.
En el pueblo cercano, pregunté por su nombre y me dijeron que, simplemente y desde siempre, se llama la "Iglesia de Allá". Me afirmaron que las arcaicas figuras de las estrellas, del sol y la luna grabadas en su fachada Oeste tienen relación directa con la peregrinación a Santiago de Compostela. Sonreí.
Me contaron que en las fiestas y en Semana Santa los habitantes del pueblo recorren un via crucis hasta la iglesia en dos grupos que, cantando romances de Lope de Vega, se responden uno a otro.
En el cerro cercano aún se levantan las ruinas del palacio de la Duquesa de la Conquista antaño propietaria de todas las tierras de los contornos. Me narraron, orgullosos, como hace ya un par de generaciones que una cooperativa, formada por todos los colonos que reunieron sus ahorros, compraron una buena parte de ellas. Los problemas del campo han hecho que algunas están ahora tan abandonadas como la casa de la antigua dueña.
Me invitaron a volver por las fiestas, o en verano, cuando "hay mas animación en el pueblo". Prometí volver, sino en esos momentos, si a tomarme otro café en la tasca cuando vuelva a pasar por delante.
En el cerro cercano aún se levantan las ruinas del palacio de la Duquesa de la Conquista antaño propietaria de todas las tierras de los contornos. Me narraron, orgullosos, como hace ya un par de generaciones que una cooperativa, formada por todos los colonos que reunieron sus ahorros, compraron una buena parte de ellas. Los problemas del campo han hecho que algunas están ahora tan abandonadas como la casa de la antigua dueña.
Me invitaron a volver por las fiestas, o en verano, cuando "hay mas animación en el pueblo". Prometí volver, sino en esos momentos, si a tomarme otro café en la tasca cuando vuelva a pasar por delante.
Visto en: Iglesia de Allá - Vega de Santa María - Ávila
BSO: Cantigas de Santa María (Alfonso X) - Luar na Lubre
Ni un condenado pino.
ResponderEliminarhaciendo honor ala verdad, un par de kilomentros más al este en el valle del río, el pueblo cuenta con unos buenos pinares de pino piñónero de donde salen los afamados piñones de esta zona. Aunque si, por su tamaña y por estar metidos en las zonas más bajas junto al río, en el conjunto del paisaje prácticamente no se aprecian
ResponderEliminar¡Santa casualidad!, dije pino por no decir palmera... Mira que si llego a decir palmera y cerca hay un palmeral....
ResponderEliminarAlgún día habré de conocer Castilla. Aunque te parezca mentira nunca vi esta tierra que nos muestras.
ResponderEliminarPreciosas las Cantigas.
Feliz semana.
Curioso nombre el de la iglesia.
ResponderEliminarUn saludo
Es curioso, tú viste un carguero. Quien lleva el mar dentro...
ResponderEliminarCarguero, mercancías, un mar de cereales... la casa. fuerza y fortuna, Amio.
Los "14 romances a la pasión de Cristo" de Lope de Vega. Son bellísimos. Recitados de camino a esa iglesia tienen que poner los pelos de punta.
ResponderEliminarGracias por la información, Amio. Tomo nota del lugar para una próxima escapada.
Incluso a los castellanos de otras partes menos secas, nos asombra que estos pueblos puedan vivir sin árboles. No te digo nada cuando llega hasta ellos un gallego.
ResponderEliminarDime si no quedaría mejor esta iglesia con la compañía de algún arbolito en el que pudiera detenerse el buho de más abajo.
Una foto preciosa¡¡¡¡ y ancha es castilla...
ResponderEliminarsaludos
cantigas de santa maria ... que pracer escoitalas, exactamente ista.
ResponderEliminargraciñas, graciñas :)