La plaza de A Quintana ocupa la parte oriental de la catedral de Santiago, justo en el lado opuesto de la Plaza del Obradoiro y la fachada. A Quintana se divide en dos partes, la llamada Quintana de Vivos en la parte mas alta y pequeña, y la Quintana de Mortos, donde hasta la época barroca se encontraba un cementerio público repleto de fosas comunes.
En una esquina de la plaza, cuando ha anochecido, es fácilmente visible la inquietante sombra de un peregrino.
Hay quien dice que se trata de un sacerdote enamorado de una religiosa del convento de San Paio colindante con la plaza. El sacerdote decidió proponer a la religiosa escaparse juntos para vivir su amor libremente. Se citaron al anochecer y el clérigo se disfrazó de peregrino para no llamar la atención, pero ella nunca acudió a la cita. Desde entonces, él sigue cada noche acudiendo puntualmente al lugar de encuentro.
Otros afirman que se tarta del espíritu de un peregrino francés, que fue condenado a caminar a Compostela tras envenenar a su padre. Durante la peregrinación, asesinó a una moza Navarra, de la que intentó abusar y a su novio. Una vez llegado a Santiago el espíritu de su padre se le apareció para perdonarle por su muerte pero para advertirle que la pena por la muerte de los mozos no quedaría saldada hasta que sus almas peregrinaran Santiago. Y todavía espera.
Visto en: Plaza de A Quintana, junto a la Torre Berenguela - Santiago de Compostela
BSO: Pilgrim - Peregrino - Steve Earle and Del McCoury Band
I am just a pilgrim on this road, boys This ain't never been my home Sometimes the road was rocky 'long the way, boys But I was never travelin' alone We'll meet again on some bright highway Songs to sing and tales to tell But I am just a pilgrim on this road, boys Until I see you are thee well Ain't no need to cry for me, boys Somewhere down the road you'll understand 'Cause I expect to touch his hand, boys Put a word in for you if I can | Soy solo un peregrino en este camino, amigos Esta nunca ha sido mi casa A veces el camino era largo y pedregoso, amigos pero yo nunca caminaba solo Nos encontraremos de nuevo en alguna soleada avenida Con canciones que cantar y cuentos que contar Pero solo soy un peregrino en este camino, amigos Hasta que os vuelva a ver, que os vaya bien No es necesario que lloreis por mi, amigos En algún lugar del camino lo entenderéis Porque espero tocar Su mano, amigos e interceder por vosotros si puedo |
No conocia la segunda historia, si la primera. Me encanta Santiago, me encantan sus calles, sus historias, su olor, sus viandantes, sus piedras, sus luces y sus sombras, su sonido...
ResponderEliminar;)
Jajajaja, muy bueno lo del Friker Jimenez,oye Amio...esta sombra la captaste tu de verdad? miedo.
ResponderEliminarUn saludo.
Los gallegos sois la leche.
ResponderEliminarYa son ganas de verle explicaciones raras a las cosas simples, como las sombras.
Solo espero que el Jimenez no os lea, porque si no, nos dará unas explicaciones muuuucho más elaboradas, y va a ser difícil aguantarle.
Adoro estas historias. Las dos me parecen preciosas. Con tu permiso me las quedo.
ResponderEliminarLa foto es preciosa. Qué caprichosas son las sombras :)
Besucos.
Pena me da si es el sacerdote y alegría si es el francés, no voy a ser yo mejor que su padre.
ResponderEliminarPreciosas historias las dos.
ResponderEliminarLas leyendas me pueden
No conocía las leyendas, Amio. Y eso que ando cerca...
ResponderEliminarMe fijaré la próxima vez.
;)
En cuanto a la foto, ¿es la misma editada o es otra diferente?
ResponderEliminar@Merce: Santiago su casco viejo y sus leyendas... si
ResponderEliminar@Arena: la foto es absolutamente verdadera sin retoque tomada ayer noche, impresiona.
@jose: no se por que lo dices... jejeje. Y la explicación de jimenez incorporara unas psicofonias a la venta por fascículos.
@Anjanuca: todas tuyas. Gracias,
@Logio buena observación, la verdad es que si se trata del frances dan ganas de que siga ahí por mucho tiempo. La foto es distinta, la que figura en el post la tomé ayer mismo y no tiene ninguna edición.
@Xibeliuss si, es cierto, pocas cosas hay mejores que una buena leyenda
@Campurriana fíjate ahíte estará esperando noche tras noche. Yo cuando me coincide pasar por allí casi parece que voy a saludarle. :-)
Ahora es la madrugada del día 1, de los muertos, y justo leo esta historia... creo que hoy no duermo.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Cuántas cosas aprendo de Santiago!. Y es que aunque sea la ciudad donde vivo ahora, todavía me falta mucho por conocer. A ver cuando tengo más tiempo para pasearla y adentrarme un poco en su historia y en sus historias.
ResponderEliminarPor cierto, Amio, ¿conoces algún libro interesante que muestre la vida de esta mágica ciudad?...
Me lo enseño un colega de Lourenzá hace ya unos añitos y se me puso carne de jaliña
ResponderEliminarSiempre de camino, Amio.
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