sábado, diciembre 13, 2008

La (sana) envidia

Los comentarios habidos en los post de mis recientes viajes denotan una mezcla de (sana) envidia y compasión
que voy a tratar de ejemplificar en esta entrada y la siguiente.

Budapest, es una ciudad realmente impresionante. Sus orígenes se remontan a un campamento celta, donde los romanos fundaron una villa. Realmente, la actual Budapest procede de la fusión de tres ciudades Buda y Obuda a un lado del Danubio y Pest en la orilla contraria. En sus más de 2000 años de historia ha sufrido invasiones de turcos, mongoles, magyares...

Pero lo que sobrecoge al viajero es el esplendor (no igualado por ninguna de las ciudades que conozco) que alcanzó entre finales del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial. En esa época fue l la verdadera capital económica del Imperio Austrohúngaro (Viena era la Capital Imperial, más vinculada a realeza).

Le dejan a uno sin palabras, las grandes avenidas repletas de impresionantes edificios, hoy muchos de ellos reconvertidos en lujosísimos hoteles (y alguna sorpresa), los innumerables balnearios de época (alimentados por las más de 118 fuentes termales de la cuidad), las Iglesias y basílicas, las plazas, las estaciones de tren, el metro (el segundo mas antiguo del mundo - 1896), los puentes que cruzan el río (entre ellos el Puente de las Cadenas, un prodigio de la ingeniería del acero del XIX que los nazis destruyeron en la II Guerra Mundial y que volvió a reconstruirse) y, mirándose presumidos en el Danubio, el Bastion de los Pescadores, la ciudadela del monte Gellert, el Castillo de Buda (con su funicular) y el grandioso Parlamento.

Si haber pasado unos días en esta bella ciudad, haber estado alojado en uno de sus espectaculares hoteles, y haber posteado algún comentario en este blog asomado en un puente mientras contemplaba el reflejo de la luna llena sobre el Danubio, no es envidiable... entonces pocas cosas lo son. ;-)

...y dejemos los compadecimientos para el próximo post...

Visto en: Budapest -Hungría
BSO: Budapest (Jethro Tull)

7 comentarios:

  1. Después de esto que leo, realmente si me das envidia (siempre sana, por supuesto) es un lujo viajar y conocer lugares, culturas. Supongo que incluso se dejan amigos. Aunque bueno, si se viaja por trabajo, puede que luego venga la parte mala, no?
    Un saludo.

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  2. Yo quiero agradecerte que compartas estos viajes con nosotros.

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  3. Yo soy de los de la sana envidia, porque, como dijo Boris Vian, mientras haya un lugar en el que haya aire, sol y hierba, tenemos la obligación de lamentar no estar allí, sobre todo si somos jóvenes.

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  4. El Parlamento es majestuoso, supongo que estaran todavía esa policía tan estricta con gorras planas, estilo Alemania del este en la guerra.....me llamo la atención.
    Una maravilla Amio, y si encima te alojas al lado del Danubio, pues ole tu mare..
    Mucho disfruto con tus entradas :-)

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  5. Realmente el mundo está lleno de bellezas. Es una suerte poder disfrutarlas.
    Veremos cual es la parte negativa, aunque la intuyo.
    Saludos.

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  6. Precioso, impresionante, alucinante, pero.....

    Saludos.

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