Fray Tomás: De Soria a las Galápagos por el Canal de Panamá

Hace ya un par de meses, tuve la oportunidad de visitar Berlanga de Duero, villa soriana cuyo primer alcalde se dice que fue el mismisimo Cid Campeador. No obstante, no es este el personaje histórico más importante de este lugar. Ese honor le corresponde al Dominico Fray Tomás de Berlanga de cuya apasionante historia intentaré dar unos retazos en este post.

Fray Tomás de Berlanga nació como Tomás Martínez Gómez a finales del siglo XV. Ordenado Dominico fue enviado a las Ordenes Provinciales de Mexico y Santo Domingo desde donde fue trasladado tras su nombramiento como III Obispo de Panamá.

En su etapa panameña acometió multiples iniciativas entre las que destacan la construcción de la catedral de la capital (destruida durante el saqueo del Pirata Morgan en 1671), la introducción en América del Plátano, e incluso el proyecto de construcción de un paso transoceánico, en el lugar en el que más tarde se construiría el Canal de Panamá. Esta ultima obra se vio frenada por el propio Carlos I que la consideró totalmente irrealizable. Tambien es destacable su contribución al inicio de la revisión ética de la conquista y la defensa de la dignidad de los indígenas, liderada por su coetáneo y compañero de orden Fray Bartolomé de Las Casas

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Por su fama de dialogante, en 1535, la Corona Española le encomendó partir hacia el Perú como mediador en la disputa territorial entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Sin embargo este viaje iba a ser decisivo por otro hecho que no guarda relación con dicha mediación (pese a que logró un acuerdo, la guerra abierta entre los conquistadores fue a la postre inevitable).Durante el trayecto hacia el Sur a lo largo de la costa pacífica americana, su nave atravesó una zona de calmas y quedó a merced de las corrientes marinas que la arrastraron hacia el Oeste. El 10 de marzo de 1535 el barco arribó a unas islas desconocidas en aquel entonces.

Fray Tomás de Berlanga, ante el espectáculo de la costa llena de tortugas escribió "Diríase que había caído una lluvia de piedras" y nombró el archipiélago de 19 islas y unos 40 islotes de basalto como "Islas de los Galápagos" por la semejanza que encontró entre las tortugas y el Galápago o silla para cabalgar de mujeres. Pese a lo difundido del nombre original, hoy se las denomina oficialmente "Archipiélago de Colón".

Los últimos años de su vida se retiró a su pueblo natal y en la Colegiata descansan sus restos. Falleció en 1551.

Se cuenta que Fray Tomás trajo vivo de América un caimán, de unos 3,30 metros de longitud. El bicho murió al poco tiempo (seguramente los frios sorianos acabarían pasandole factura), fue disecado y expuesto en la Colegiata. En Berlanga le llaman el ardacho, y se acuñó la leyenda de que por las noches despertaba de su letargo y salía en busca de pecadores.

Esta es una de las muchas historias que alberga Berlanga. Podría también haber hablado de los Duques de Frías, responsables del desmantelamiento de media docena de pequeñas iglesias románicas para construir una grandiosa colegiata (que aun siendo "como para una capital de reino" quedo en la mitad de lo proyectado) y, a la sombra del castillo de Berlanga, un magnifico palacio que contaba con uno de los mejores jardines de Europa y que tras el asalto de las tropas francesas quedo reducido a un campo de cardos rodeado de imponentes ruinas.

Y si queréis daros un seguramente merecido homenaje siempre podeis recalar en Casa Vallecas.

Visto en: Berlanga de Duero (Soria) (vía GoogleMaps)

BSO: Galapagos Islands - por M. J. Richards (Vía Youtube)

Noticia 1: Las Galápagos calificadas "en peligro" por la UNESCO por la presión de los 140.000 visitantes anuales

Noticia 2: Avanza ampliación del Canal de Panamá

Para saber más:

Soria Pueblo a Pueblo: Berlanga de Duero.

Fray Tomás de Berlanga y el descubrimiento de las islas Galápagos. José María Vargas. Archivo Dominicano: Anuario, ISSN 0211-5255, Nº 8, 1987 , pags. 63-76.

El misionero dominico Fray Tomás de Berlanga. Ramón Hernández Martín. Archivo Dominicano. Anuario, ISSN 0211-5255, Nº 6, 1985 , pags. 57-93.