¿No resulta entonces de una claridad meridiana, camaradas, que todos los males de nuestras vidas provienen de la tiranía de los seres humanos? Eliminad tan sólo al Hombre y el producto de nuestro trabajo nos pertenecerá. Casi de la noche a la mañana, nos volveríamos ricos y libres. Entonces, ¿qué es lo que debemos hacer? ¡Trabajar noche y día, con cuerpo y alma, para derrocar a la raza humana! Ése es mi mensaje, camaradas: ¡Rebelión! Yo no sé cuándo vendrá esa rebelión; quizá dentro de una semana o dentro de cien años; pero sí sé, tan seguro como veo esta paja bajo mis patas, que tarde o temprano se hará justicia. ¡Fijad la vista en eso, camaradas, durante los pocos años que os quedan de vida! Y, sobre todo, transmitid mi mensaje a los que vengan después, para que las futuras generaciones puedan proseguir la lucha hasta alcanzar la victoria.
Y recordad, camaradas: vuestra voluntad jamás deberá vacilar. Ningún argumento os debe desviar. Nunca hagáis caso cuando os digan que el Hombre y los animales tienen intereses comunes, que la prosperidad de uno es también la de los otros. Son mentiras. El Hombre no sirve los intereses de ningún ser exceptuando los suyos propios. Y entre nosotros los animales, que haya perfecta unidad, perfecta camaradería en la lucha. Todos los hombres son enemigos. Todos los animales son camaradas.
En ese momento se produjo una tremenda conmoción. Mientras Mayor estaba hablando, cuatro grandes ratas habían salido de sus escondrijos y se habían sentado sobre sus cuartos traseros, escuchándolo. Los perros las divisaron repentinamente y sólo merced a una acelerada carrera hasta sus reductos lograron las ratas salvar sus vidas. Mayor levantó su pata para imponer silencio.
—Camaradas —dijo—, aquí hay un punto que debe ser aclarado. Los animales salvajes, como los ratones y los conejos, ¿son nuestros amigos o nuestros enemigos? Pongámoslo a votación.
Yo planteo esta pregunta a la asamblea: ¿Son camaradas las ratas?
Se pasó a votación inmediatamente, decidiéndose por una mayoría abrumadora que las ratas eran camaradas. Hubo solamente cuatro discrepantes: los tres perros y la gata, que, como se descubrió luego, habían votado por ambos lados.
Mayor prosiguió: Me resta poco que deciros. Simplemente insisto: recordad siempre vuestro deber de enemistad hacia el Hombre y su manera de ser. Todo lo que camine sobre dos pies es un enemigo. Lo que ande a cuatro patas, o tenga alas, es un amigo. Y recordad también que en la lucha contra el Hombre, no debemos llegar a parecernos a él.
George Orwell - Rebelion en la Granja.
Visto en: Corderos en explotacion ganadera de Soria (mi 15M)
BSO: Sheep - Ovejas - Pink Floyd (su disco "Animals" tiene varios temas inspirados en la obra de Orwell)
Es alucinante como la realidad se puede parecer (superándola)a la ficción.
ResponderEliminarDe la música ya no te digo nada, ya lo sabes.
Y sobre tus amigos del 15M, pues que arrancan una sonrisa enorme antes de empezar a leer.
ResponderEliminarAdán y raza, azar y nada
ResponderEliminarCosas así para encontrar el rumbo, como ahora lo de atar a la rata, otro palindroma pedestre y pegajoso...
Atar a la rata no es más que atar a la rata -dice Lozano-. No tiene ninguna fuerza porque no te enseña nada nuevo y porque además nadie puede atar a una rata. Te quedás como al principio, esa es la joda con los palindromas.
[...]
-Pero si lo pensás en plural todo cambia. Atar a las ratas no es lo mismo que atar a la rata.
[...]
- ¿Qué tiene de nuevo?
- Tiene que atar a las ratas te da Satarsa la rata.
- ¿Satarsa?
- Es un nombre, pero todos los nombres aislan y definen. Ahora sabés que hay una rata que se llama Satarsa. Todas tendrán nombres, seguro, pero ahora hay una que se llama Satarsa.
- Y qué ganás con saberlo?
- Tampoco sé, pero sigo. Anoche pensé en dar vuelta el asunto, desatar en vez de atar. Y en cuanto pensé en desatarlas vi la palabra al revés y daba sal, rata, sed. Cosas nuevas, fijate, la sal y la sed.
- No tan nuevas -dice Yarará, que escucha de lejos-, aparte de que siempre andan juntas.
- Ponele -dice Lozano-, pero muestran un camino, a lo mejor es la única manera de acabar con ellas.
- No las acabemos tan pronto -se ríe Illa-, de qué vamos a vivir si se acaban.
[...]
Magníficos Pink Floyd.
Perdón, se me olvidó apuntar que el texto es de Cortázar.
ResponderEliminar@Logio , la ficcion es mera aprendiz de la realidad, Molan las ovejas para hacer lana de colores eh?
ResponderEliminar@Juan Nadie, que grande Cortázar. Si dar la vuelta las cosas a veces da respuestas. Otras veces lo que da son disgustos ;)