Le conocía de vista. Era el primo de un compañero del colegio. Sólo recuerdo haber cruzado alguna palabra con él un día, cuando, en el paso subterráneo que a veces atravesaba al volver de clase, me pidió, sin demasiada convicción y esgrimiendo una navajita con cortauñas,"40 duros" que yo no llevaba.
En esa época, los solares madrileños que hoy bullen de promociones, grúas y trabajadores venidos de más allá del océano, eran descampados donde, coceando a una generación, el "caballo" corría más libre que sus homónimos en las praderas americanas.
Con el cuerpo al borde de la bancarrota y condenado a un desahucio de madrugada en algún callejón, apareció quien con su cariño le ofreció su aval para pedir un nuevo crédito a la vida. Mediante el esfuerzo que conlleva reflotar un barco que busca el fondo, los descampados quedaron atras y dejaron paso, poco a poco, entre dolores, a una modesta vivienda, un trabajo y una incipiente familia.
Ayer, me dijeron que, en la mañana de hace un año, mientras iba a trabajar en su moto, la droga, en las venas de un conductor-zombi cargado hasta las cejas de pastillas, volvió a cobrarse las letras que habían aplazado veinte años.
Nunca se fue... solo esperaba... al final del pasadizo.
Ayer, me dijeron que, en la mañana de hace un año, mientras iba a trabajar en su moto, la droga, en las venas de un conductor-zombi cargado hasta las cejas de pastillas, volvió a cobrarse las letras que habían aplazado veinte años.
Nunca se fue... solo esperaba... al final del pasadizo.
Visto en: Uno de tantos subterráneos de Madrid. (via Googel Maps)
BSO:
- The needle and the damage done - Neil Young
- Prison on Route 41 - Iron and Wine