...cuando eramos pequeños, cualquier sueño podía hacerse realidad. Aquel camión de cartón-piedra, aquella pala... juntos construimos infinidad de carreteras. Para los coche de Eulogio,y para que pudieran llegar los del circo, ja,ja,ja. Gran foto, gran reflexión, Amio. Saludos.
Todo era más grande, es verdad. Cuando vuelvo a algún escenario de la infancia me asombra lo pequeño que me parece ahora. Y lo fascinante que es ver a tu hija ver comer fruta triturada por primera vez, y esa cara que pone que debe ser parecida a la de Meucci cuando inventó el teléfono.
Es cierto, como según avanzamos en años, la visión de lo que nos rodea, la vida en general, va tomando distintos tamaños. Puede que la visión del niño sea la correcta y cuando nos convertimos en adultos son nuestros miedos, nuestras prisas y ese caminar contra el reloj lo que distorsiona nuestra mirada.
Me gusta lo que dices, Amio. Recuerdo con cariño el día que me di cuenta de que era tan fácil deslizar mi mano por la parte superior de aquel friso.
Me pregunto cómo será el mundo físico cuando seamos ancianas y ancianos. ¡Qué cosa es la percepción de la realidad y qué objetiva nos parece siendo tan radicalmente subjetiva!
Y todo era sueños.
ResponderEliminarUn saludo.
Todo era lento y veíamos coches por todas partes; ahí un coche, ahí otro...
ResponderEliminarDe mayores, ¡ay!, el Circo deja la ciudad
ResponderEliminarBonita foto¡¡ Cuanta verdad tiene esa frase,,,aunque ahora yo a los que van al instituto cada vez los veo más jóvenes...
ResponderEliminarsaludos y feliz día
...cuando eramos pequeños, cualquier sueño podía hacerse realidad. Aquel camión de cartón-piedra, aquella pala... juntos construimos infinidad de carreteras. Para los coche de Eulogio,y para que pudieran llegar los del circo, ja,ja,ja.
ResponderEliminarGran foto, gran reflexión, Amio.
Saludos.
Todo era más grande, es verdad. Cuando vuelvo a algún escenario de la infancia me asombra lo pequeño que me parece ahora.
ResponderEliminarY lo fascinante que es ver a tu hija ver comer fruta triturada por primera vez, y esa cara que pone que debe ser parecida a la de Meucci cuando inventó el teléfono.
Es cierto, como según avanzamos en años, la visión de lo que nos rodea, la vida en general, va tomando distintos tamaños.
ResponderEliminarPuede que la visión del niño sea la correcta y cuando nos convertimos en adultos son nuestros miedos, nuestras prisas y ese caminar contra el reloj lo que distorsiona nuestra mirada.
Foto hermosa...
Saludos cordiales.
Me gusta lo que dices, Amio. Recuerdo con cariño el día que me di cuenta de que era tan fácil deslizar mi mano por la parte superior de aquel friso.
ResponderEliminarMe pregunto cómo será el mundo físico cuando seamos ancianas y ancianos. ¡Qué cosa es la percepción de la realidad y qué objetiva nos parece siendo tan radicalmente subjetiva!
Yo aún no he crecido y me gusta ser pequeño, será por eso que disfruto mucho jugando con los peques.
ResponderEliminarUn abrazo peque.
Fantástico. Simplemente. Me has emocionado, y no es fácil emocionarme a mí :-) Saludos y felicidades.
ResponderEliminar